Esto me ha preguntado alguien que ha leído el post anterior. Hubiera contestado: «nos» somos tu, yo, y muchos más… ya que preguntaba por «nos». Pero hubiera sido demasiado fácil y poco concreto. Decidí preguntar a otro de entre nos y me contestó de inmediato. Dile:
«Nos somos la lluvia que convierte en lodo el polvo que hay bajo los piés de los poderosos y los ídolos de barro; somos el aire que respiran y el viento que esparcirá el polvo del que están hechos cuando la lluvia cese«.
Esa ha sido la respuesta. Pero me pareció demasiado poética, quizá apocalíptica, me recuerda demasiado a Meguiddó, y puede que quien pregunta no se lleve bien con la prosa poética. Así que busqué otra respuesta más mundana, más comprensible y pregunté a otro de entre nos: por qué somos como somos ?? por qué eres así ?? Su respuesta:
Acabo de ver en Internet que han sacado a la venta un muñeco articulado con la apariencia de Steve Jobs. Lleva su ropa, sus gafas, un iPhone en una mano y sus zapatillas New Balance se posan sobre el logotipo de la marca Apple. Que puedo decir… supongo que ya le habían beatificado en vida y esto no es más que su elevación a los altares. Bill Gates también es ya un mito viviente y hace años que persigue el perdón divino; repartiendo una buena parte de sus ganancias entre gente necesitada. Algunos lo ven como una especie de Robin Hood. Y no seré yo quien le niegue el título de «buen ladrón» aunque dudo que se parezca en algo al mítico arquero Robin de Loxsley.
No son estos, sin embargo, los hombres que me ispiraron. Siguen sin decirme nada sus hazañas, supongo que es normal; no soy comerciante, no ambiciono fortuna alguna, no me dedico al marketing y detesto el monopolio. A mi me gusta el cuerpo a cuerpo. No negaré que he leído a Nicolas Maquiavelo y que me interesaron mucho sus reflexiones acerca de como fortificar ciudades y como conseguir la fidelidad de la tropa. Reconozco que era un tipo listo y avisado. Pero… terminó sus días mendigando un puesto de funcionario, y eso que era amigo de Cesar Borgia.
A mi desde antiguo me han inspirado otras cosas. De niño, por razones que no me apetece abordar aquí; me vi en la necesidad de leer mucho, porque no podía hacer otra cosa. Y así, devoré antes de lo habitual* (*me gustan algunos eufemismos), el Macbeth de Shakespeare (nunca soporté a Cervantes), las leyendas de Homero (muchas resultaron ser algo más que mitos) y algunas cosas de Platón; mientras mantenía a mano los libros de Heródoto. Después me perdí… leí todo lo que caía en mis manos. Pero la literatura de moda en aquella época eran cosas de Dumas, Verne, Salgari, Kipling, Landon, Conrad… nada que ver con los best seller de ahora.
Hasta que me aburrí y decidí regresar al buen camino. Leer mucha filosofía, mucha historia y de vez en cuando, para descansar la mente, alguna novela: Wolf, Austen, Stocker, Shelley, Stevenson y Tolkien. El buen camino estaba en la ruta: Heródoto, Robert Graves, Marco Aurelio y Baruch Spinoza; con él salí de la adolescencia sabiendo que «todas las cosas a las que temía hasta entonces, no tenian nada bueno o malo en si mismas, sólo mi mente se veía afectada por ellas«. Y así, fue como algunos principios en los que tanto insistían el romano y el holandés, cada uno a su manera, calaron tanto en mi pensamiento: «nada que se consiga fácilmente me ha sido nunca de gran utilidad«.
Quizá es por eso que las vidas de Gates y Jobs no me inspiran nada especial. Han escrito algún libro que merezca la pena ?? Han escrito acaso alguna línea de código ?? Crearon algún lenguaje de programación ?? Qué hicieron por los que no eran sus clientes durante tantos años ?? Sus logros cuales fueron ?? Ya… popularizar el uso de las computadoras que vendían, mediante la modificación y patentado de programas informáticos que compraron sus propietarios, para que fuesen terriblemente fáciles de usar (y a veces más fáciles de asaltar). Una gran contribución a la facilidad a costa de la libertad. Pero a mi no me inspira lo que no es libre y no me es de utilidad lo fácil.
rain is coming,
fear Him…
Doriath 